“La justicia como la palma florecerá” Taller socio-teológico 2023

Este es un texto original de Revista Zelota, Brasil en alianza con el DEI. Escrito por Elias Bastista Jr.

Ha sido traducido al español por Natalia Serrano Álvarez.

Editores de la revista Zelota participaron en un evento histórico para el Departamento Ecuménico de Investigaciones, en Costa Rica, una de las ramas de la Teología de la Liberación, centro de formación y refugio de la resistencia política en América Latina.

Es frustrante saber, desde un principio, que las palabras de este reportaje no serán suficientes para expresar la importancia de este evento para los editores de la revista Zelota. Entre el 15 de mayo y el 9 de junio (aproximadamente un mes), participamos del Taller Socio-Teológico (TST) organizado por el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI), ubicado en el corazón de San José, Costa Rica. Un proyecto que, en 2023, cumplió 46 años, dando continuidad a la investigación y formación de pensadores/as y activistas en América Latina. La energía comunitaria, jovial y atractiva de DEI es casi una contradicción ante las dolorosas historias de resistencia de quienes participan en sus talleres. En palabras de Silvia Regina de Lima, directora del DEI, esta contradicción es el resultado de la “alegre rebeldía” del Departamento, que desde hace casi medio siglo nutre el cuerpo y el espíritu de quienes luchan contra los sistemas de muerte, en busca de justicia para todas las personas.

El tema elegido para el TST 2023 fue “Frente a los fundamentalismos: existencias y resistencias por la defensa de la Red de la Vida”. Contó con la participación de al menos cinco personas “facilitadoras” –encargadas de dirigir y presentar el contenido–, entre los que se encontraba Bruno Reikdal, editor de nuestra revista; y con la presencia casi constante de aproximadamente 23 participantes registrados durante el mes – provenientes de varios países. Además de exponer contenidos, leer artículos, analizar documentales y realizar debates grupales, pudimos sumergirnos en la cultura de los “ticos” (costarricenses), experimentando tanto sus bellezas naturales como sus problemáticas políticas.

Desde la llegada de Bruno Reikdal y André Castro al consejo de redacción de Zelota, la revista ya mantenía una relación casi formalizada con el Departamento, dada la autorización para traducir y publicar artículos esenciales sobre la Teología de la Liberación (TdL), provenientes de la “Revista Pasos”. Al participar en este evento -como facilitador o como tallerista-, los editores presentes no solo oficializaron la alianza con DEI, sino que también iniciaron un movimiento prometedor: se unieron formalmente a una de las cunas de la TdL, reconocida por acoger a referentes teóricos como Hugo Assmann, Pablo Richard, Franz Hinkelammert, Jorge Pixley, Lilia Solano, Elsa Tamez y una amplia lista de nombres influyentes en el campo.

En buena hora, el artículo es escrito y publicado no solo en tonos de alegría, sino en un sentimiento de luto, por la reciente muerte de Franz J. Hinkelammert, el 17 de julio y de Jorge Pixler, casi dos meses después de nuestra visita a Costa Rica. Con sus muertes se cierra prácticamente un ciclo, de manera simbólica: el fin de la era de la primera generación de nuestra escuela de pensamiento.

 “Intrépido y desvergonzado”

Los orígenes históricos del Departamento Ecuménico de Investigaciones se remontan al golpe de Estado de Pinochet en Chile, y la consecuente huida de sus fundadores a otras partes del mundo, quienes posteriormente se exiliaron en Costa Rica en 1976. Dado este contexto conflictivo que azotaba a América Latina y la estabilidad política de Costa Rica, el lugar de exilio se convirtió en refugio y centro de formación de activistas e intelectuales. La idea de crear el DEI fue, en un principio, pensada especialmente por el brasileño Hugo Assmann, y llevada a cabo junto con el chileno Pablo Richard y el alemán Franz J. Hinkelammert, a partir de reuniones ya realizadas en Chile, a principios de la década de 1970.

En ese momento, el DEI ya dependía del apoyo económico de organizaciones de diferentes denominaciones religiosas, además de la solidaridad de otras entidades de esta naturaleza. En 2001, por ejemplo, menos de una cuarta parte de sus ingresos se autofinanciaba y un total de cinco ONG´s apotaban el 55% de su financiamiento. A pesar de eso, se dedicó casi exclusivamente a la producción académica en las áreas de Ciencias Sociales, Economía, entre otras aproximaciones multidisciplinarias a las articulaciones teológicas. Dicha investigación se extendió a los movimientos activistas eclesiásticos de la TdL y la izquierda latinoamericana, además de organizaciones cristianas. Además, obviamente, las producciones del DEI también fueron difundidas en el ámbito universitario, aunque de forma más tímida.

En este sentido el DEI se ha fortalecido como centro de formación para líderes y lideresas populares y para encuentros internacionales entre cientistas sociales y teólogas/os. Coherentes con los objetivos de la TdL, los proyectos fueron organizados y basados en la opción preferencial por los pobres. Con las instalaciones y la formación que ofrece el Departamento, sus participantes podrían volver a sus respectivos espacios y desarrollar proyectos, en beneficio de las personas más desfavorecidas. La capacitación de estos líderes y lideresas, sin embargo, no pretendía obtener un control indirecto de los movimientos, sino fortalecer su autonomía y brindar condiciones para su desarrollo.

En un artículo publicado a partir de entrevistas con Pablo Richard, uno de sus fundadores, se describe el objetivo del DEI en los siguientes términos: “Según los integrantes del DEI, este centro se ha dedicado a la formación, la crítica y la acción alternativa, con el propósito de fomentar la solidaridad comunitaria y las discusiones necesarias para imaginar un mundo sin la idolatría del mercado y el dinero, un mundo donde la ‘cultura de la riqueza’ no sea la perspectiva dominante”.

Con el objetivo de mantener una comunicación constante entre quienes participaban y asegurar el flujo de ideas generadas y gestionadas en los espacios del DEI, en 1985 se inauguró la “Revista Pasos”. Esa línea editorial, sin embargo, continuó con la publicación de un folleto, con el mismo nombre, en Chile, concebido por Hugo Assmann con el apoyo de la Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL). Según el editorial de la primera edición, el nombre “Pasos” representaba el propósito de la revista: “son los ‘pasos’ del DEI, y muchos pasos indican un viaje a pie. Estos son pasos que allanan el camino para el futuro”.

Además del trabajo editorial realizado en la revista Pasos, hasta el día de hoy -según el catálogo oficial del DEI- ya se han publicado una media de 120 libros, de al menos 73 autores diferentes. De lo publicado cabe mencionar, por ejemplo, el libro “La lucha de los dioses”, de 1980, en el que un grupo de teólogos esboza sus primeras articulaciones entre teología y economía; y el libro escrito por Hugo Assmann, en 1991, titulado “René Girard con los teólogos de la liberación”, resultado de un debate realizado en torno al antropólogo francés. Además de publicaciones de este tipo, también se realizaron Encuentros Internacionales de Teólogos y Científicos Sociales, en los que se sostuvieron acaloradas discusiones propias de un ambiente académico.

Naturalmente, con las dinámicas sociales y económicas cambiantes en el mundo, y especialmente en América Latina, los ejes de investigación y formación de DEI también cambiaron. Entre las décadas de 1990 y 2000, por ejemplo, temas como la globalización y sus consecuencias en las crisis ambientales ganaron espacio. Las publicaciones también sumaron a más académicos, como la participación del coreano-brasileño Jung Mo Sung, actual profesor de la Universidad Metodista de São Paulo.

Al igual que con cualquier organización, los cambios de énfasis o perspectiva pueden causar incomodidad o malentendidos. Estos sentimientos también fueron alimentados a lo largo de los años con acusaciones de que el DEI había perdido su propósito y relevancia originales. Para Karoline Mora Blanco, Coordinadora de Formación del DEI, “ninguna organización permanece invariable en el tiempo; aun así, el DEI sigue siendo la misma, en el sentido de que se preocupa por las realidades actuales y busca responder a sus demandas”

“Ahora bien, para que esto sea posible, podríamos decir que sí, la DEI ya no es lo mismo, pues los desafíos sociales de hoy no son los mismos que los de décadas anteriores, y por su propia responsabilidad política debe asumir nuevos temas; pero esto ha sido parte de su historia”, explica la coordinadora.

También aclara que el equipo siempre ha hecho honor a su historia, y que el trabajo reconoce las raíces de la organización. En otras palabras, el DEI mantiene el mismo compromiso político propuesto por sus fundadores, así como la misma relación con las ciencias sociales, TdL, los movimientos sociales y las luchas latinoamericanas de los sectores excluidos y discriminados. Para Karoline, la fidelidad al pasado y las actualizaciones del Departamento generaron buenos resultados, como los proyectos Casa DEI, el proceso de formación psicosocial, el podcast “Diálogos Impensados” y la Mesa Ecuménica Regional.

El período de la pandemia fue, sin duda, uno de los tiempos más desafiantes para el Departamento. Además de la consecuente inviabilidad de realizar reuniones o capacitaciones presenciales, el DEI sufrió una disminución en su financiamiento. Según Silvia, en esa ocasión el DEI empezó a abrir sus puertas para ayudar a personas migrantes y solicitantes de refugio. Esta iniciativa dio impulso a un proyecto, que se lanzó en 2019, para albergar a personas defensoras de derechos humanos en riesgo, denominado “Casa DEI”.

Para Silvia, el DEI se mantiene de pie y activa, aunque todavía se recupera de los males causados por el Covid-19. También explica que el Departamento ya crea condiciones para la reanudación de encuentros de carácter más académico. Tanto la dirección, junta directiva y el equipo de trabajo, por ejemplo, sienten entusiasmo con la llegada y participación de las nuevas generaciones, especialmente aquellas que se inspiran, aún hoy, en el legado dejado por el DEI. Silvia explica que este momento no es una mera repetición de lo sucedido en el pasado, sino que “pone en contacto a personas que se sienten comprometidas con la propuesta de trabajar temas de teología y economía, y entre otras teologías y enfoques que son importantes hoy”.

Hasta el día de hoy, según información oficial del DEI, la inspiración se basa en el anhelo de un futuro más justo. Este sentimiento se evidencia en la relación de seguridad y respeto entre el equipo de trabajo y las personas beneficiarias, en un constante intercambio de experiencias de “equilibrio entre el hacer y el ser” desde una perspectiva mística y acogedora.

El DEI es por tanto un “Centro latinoamericano que contribuye al encuentro entre organizaciones sociales, organizaciones religiosas, territorios y academia a través de la investigación, formación, articulación y acompañamiento desde los senti-pensares, espiritualidades críticas y liberadoras que promueven la construcción de una sociedad justa en reciprocidad con la red de la vida.”

Debido a las experiencias actuales y los nuevos desafíos, los liderazgos del DEI entienden las dificultades momentáneas como un estímulo que demanda compromiso con el pasado y valentía para enfrentar el presente. Este proceso de ida y vuelta, de recapitulación y desarrollo, requiere una visión clara de su identidad y relevancia; y nuevamente el coraje de abrazar sus ideales a pesar de las amenazas, la indiferencia y las represalias. En palabras de Silvia, “perdimos el miedo, y ahora tenemos que perder la vergüenza de ser quienes somos”.

La experiencia del TST 2023

El Taller Socio-teológico 2023, marca un hito para el DEI. Fue la primera reunión presencial del TST después de un largo período de restricciones, debido a la pandemia. De hecho, debido a las políticas sanitarias, hasta ese momento el DEI realizaba encuentros de formación virtual con el fin de continuar con los procesos anuales de capacitación. Después de la pandemia, naturalmente, el Departamento podría haber optado por continuar con esta modalidad apelando a la inevitable facilidad logística y financiera de las reuniones virtuales. Sin embargo, la dirección decidió arriesgarse y realizar la convocatoria para un TST presencial, iniciativa que fue aceptada por aproximadamente 23 participantes, que asistieron a las instalaciones del DEI entre el 14 de mayo y el 10 de junio, recibiendo una beca de alimentación, alojamiento y formación como ya es costumbre.

 Para Ana Cristina, tallerista guatemalteca de 32 años, la experiencia presencial no solo fue positiva, sino necesaria para interacciones e intercambios más fructíferos: “el intercambio de opiniones no se da solo en los propios espacios de formación; sino también en las comidas, en los pasillos, en las conversaciones nocturnas, en el baile, etc.”, explica. Otros participantes coincidieron con la preferencia de las reuniones presenciales por razones similares, e incluso mencionaron las instalaciones y recepción del DEI como un factor positivo para tal experiencia.

 Sin embargo, no se trata de una perspectiva maniquea, de lo que es mejor o peor, correcto o incorrecto, entre encuentros a distancia y presenciales, como explica Karoline Blanco: “La virtualidad ha sido una buena herramienta para cuando la distancia no nos permite encontrarnos. Nos permitió conocernos a través de una pantalla para que, a pesar de la distancia, podamos construir un conocimiento crítico y colectivo”. En todo caso, Karoline también reconoce que el espacio del cara a cara posibilita la convivencia para “ensayar otros mundos posibles”-parafraseando a Silvia Regina.

La diversidad de nacionalidades y proyectos que se sumaron al TST 2023 fue amplia y, en cierto sentido, difícil de asimilar. Las personas participantes representaron mayoritariamente a los países de Centroamérica, probablemente por cercanía geográfica: estuvieron presentes personas de Colombia, México, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, Brasil, Panamá y El Salvador. Si bien la mayoría llegó a San José el mismo día, hospedándose en las instalaciones del DEI, otras personas, por motivos personales, llegaron después; y otras, por las mismas razones, sólo pudieron atender parcialmente las actividades del TST.

La personalidad del grupo reflejó en gran medida el carácter tierno y a la vez duro de las experiencias político-religiosas latinoamericanas. En la mesa, activistas, periodistas, personas investigadoras, personas parte de comunidades de fe, docentes, indígenas, entre otras; que contaron sus experiencias de resistencia, conflicto, persecución e incluso tortura. Poniendo en evidencia que el DEI sigue siendo un punto de articulación de diversidad de activismos y, sobre todo, un refugio para sus protagonistas. Desde el portero hasta las personas facilitadoras, desde la cocinera hasta el jardinero, hubo sinergia de propósitos y dedicación a las actividades propuestas para el mes.

Por ejemplo, según Paul Antonio Correa García, de 34 años, pastor bautista nicaragüense, su participación en el TST 2023 fue motivada por las relaciones de larga data entre el DEI y el Seminario Teológico Bautista de Nicaragua (STB). Afirma que, en el pasado, los fundadores del Departamento ofrecieron asistencia como profesores en la STB, y que, por razones nacionales e institucionales, esta asociación se interrumpió. Su presencia en el TST tenía así el objetivo de “reactivar aquellos lazos y relaciones que los unen desde hace mucho tiempo”.

Otras, por el contrario, participaron del taller en 2023 por experiencias positivas en ocasiones anteriores. Itandehui Mayren Martínez, de 24 años, abogada mexicana, por ejemplo, se postuló como participante por el Centro de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño, que ya se había involucrado con el TST en 2021. De igual forma, Ana Cristina regresó este año por una experiencia positiva en 2017, y por sentir la necesidad de aprovechar nuevamente el intercambio de información y experiencias que el DEI posibilita.

La vida cotidiana, rodeada de actividades, se regía por un horario preelaborado, razonablemente intenso, pero lo más flexible posible. En general, las personas talleristas dedicaban básicamente la mañana a las sesiones impartidas por personas facilitadoras invitadas y, durante la tarde, solían realizar actividades lúdicas en grupo, o dedicar tiempo a la lectura dirigida sobre temas del TST. Debido al título escogido para el programa 2023, a saber, “Frente a los fundamentalismos: existencias y resistencias por la defensa de la Red de la Vida”, el contenido se dirigió básicamente al análisis de contexto, debates sobre economía y religión, conceptos sobre “fundamentalismos” y discusiones centradas en temas ecológicos y feministas.

Según Karoline, el tema no fue elegido al azar: “todos los temas son elegidos en relación a la realidad presente en nuestros pueblos de Abya Yala. Analizamos la realidad en relación con nuestras posiciones políticas”, explica. En otras palabras, Karoline aclara que, al detectar “amenazas” a la vida, el DEI propone el tema de los talleres, esperando también sugerir “otros mundos posibles”. Para la coordinadora: “En toda América Latina hay un discurso fundamentalista que se expande y se entromete en las decisiones políticas y económicas, en las relaciones sociales y en las fábulas religiosas que dividen nuestras sociedades y legitiman la violencia”.

Entre los ponentes, Bruno Reikdal, editor de la revista Zelota, fue el invitado responsable de la programación de la segunda semana, en la que dedicó su tiempo y talento a explorar la relación entre fundamentalismo y economía política. Además, se ofreció a los editores presentes una ocasión específica para presentar el proyecto de la revista Zelota, así como el trabajo editorial ya realizado por la Editora Pajeú. Esta actividad ocupó la mañana de un martes (30), en la que los editores pudieron no sólo detallar las políticas editoriales y sesgos de la revista, sino también discutir las coberturas más relevantes realizadas por la misma.

Además de las actividades académicas, las personas talleristas también pudieron visitar atractivos turísticos de Costa Rica. Aunque tales actividades no fueron planeadas oficialmente por la coordinación del TST, algunos grupos se movilizaron, por ejemplo, para visitar Playa Jaco y ver el Océano Pacífico; conocer las ruinas de la iglesia de Cartago, cuya construcción fue interrumpida, a principios del siglo XX, a causa del terremoto de Santa Mónica; pasear por la Universidad de Costa Rica (UCR); o explorar el Museo del Oro Precolombino Álvaro Vargas Echeverría, el Museo Numismático y el Museo Nacional de Costa Rica.

Además, los participantes adventistas del grupo se aseguraron de visitar la Iglesia Central de San José y encontraron una feligresía cálida, aunque razonablemente pequeña. Contrario a la realidad de algunos países de América Latina. Los miembros adventistas en Costa Rica utilizan joyas y adornos en sus iglesias, aunque mantienen un discurso conservador en otros aspectos. Los editores también pudieron recorrer los estudios de Esperanza TV, que actualmente es administrado por 32 trabajadores voluntarios, cuyas actividades más intensas se concentran los sábados, incluida la grabación de programas. A pesar de la esta voluntariedad, según uno de los trabajadores, Esperanza TV es la segunda emisora de televisión adventista más grande del mundo.

El TST quedó, al final, prácticamente coronado con la conmemoración del aniversario del DEI, que en 2023 cumplió 46 años de existencia. La fiesta en sí se llevó a cabo el 26 de mayo (viernes) y reunió no solo a la junta directiva de ASODEI y equipo de trabajo del TST, sino también a cooperantes que creen en el potencial y la relevancia del DEI en asuntos relacionados con la religión y la política en América Latina. El evento contó con la presentación de artistas, como Wilson Arroyo, cantautor costarricense; con el emotivo discurso de participantes y organizadores; y, como siempre, un momento de celebración, baile y relajación.

A pesar de los conocimientos adquiridos, lugares visitados, conocimientos y experiencias compartidas, es difícil resumir los beneficios de TST 2023 para sus participantes. Para Karoline, “cada tallerista sale [del TST] lleno de muchas cosas. Por citar algunos, podrían ser: amistades, redes de apoyo y trabajo, nuevas metodologías y teorías, incorporación de nuevas categorías de análisis, la conciencia de que son creadores/as de conocimiento y la experiencia de intercambiar conocimientos; poniendo en práctica una sociedad alternativa, saberes y prácticas de cuidado colectivo y de salud; y, por supuesto, el incentivo y la fuerza para resistir y reexistir en los diferentes contextos a los que regresan, frente a sus propias luchas y experiencias”.

Fotografías de Natalia Serrano Alvarez coordinadora de comunicación del DEI. Mayo-Junio 2023

“Prefiero vivir luchando que ser ignorado”

Por último, y definitivamente no menos importante, fue la actividad realizada en la última semana del TST, con la visita a los territorios de resistencia indígena. El grupo salió temprano del DEI y viajó, en promedio, seis horas para llegar a las comunidades, una distancia que se puede medir razonablemente en el mapa a continuación. Se trata de los territorios originarios de Salitre y Térraba, en la parte sur de Costa Rica. Visitaron las fincas recuperadas Cebror, compartieron con el Concejo Ditsö Iriria Ajkónuk Wakpa (CODIAW) y fueron recibidos por “personas recuperadoras” (nomenclatura dada a las personas indígenas que luchan por la recuperación de su tierra- territorio) de la finca Cruin Churin. La idea era viajar al primer lugar, pasar allí la noche y, al día siguiente, dirigirse al segundo territorio, para luego regresar a San José.

Aunque fuese por un corto período de tiempo, las personas participantes tuvieron que acostumbrarse a las condiciones naturales del entorno y experimentar lo que, en algunos países, no era algo común: la vida compartida en casas rústicas o tiendas de campaña, y la comunidad fuerte. Sentimiento que implica toda una vida de resistencia.

Aunque Costa Rica no ha tenido un ejército desde 1949, todavía usa a la policía como “seguridad pública” para hacer cumplir sus leyes y atender los problemas internos. Naturalmente, debido a intereses políticos, la policía suele ser utilizada como fuerza de represión del Estado para reaccionar violentamente contra movimientos que, en teoría, se articulan como una amenaza. Un ejemplo de esto es la violencia policial que muchas veces se aplica a los pueblos originarios que, para hacer cumplir la ley, resisten la invasión y explotación de sus tierras. De acuerdo con la legislación desde 1977 (Ley indígena) Costa Rica reconoce que los territorios indígenas deben ser ocupados por sus habitantes originarios (personas indígenas).

Evidentemente, el Estado no aplica la ley en beneficio de los pueblos originarios, quienes están obligados a resistir por la fuerza y hacer cumplir la legislación vigente estableciendo procesos de recuperación territorial propios, que involucran ser víctimas de ataques policiales injustificables, en nombre de intereses creados. Un caso reciente y trágico que involucró a una de las comunidades visitadas fue el asesinato de Sergio Rojas Ortiz, cofundador y coordinador del Frente Nacional de los Pueblos Indígenas (FRENAPI). Sergio recibió 15 disparos el 18 de marzo de 2019 en su propia casa. El dirigente regresaba del Cantón de Buenos Aires, Puntarenas donde acompañaba una denuncia presentada ante la fiscalía general en nombre del pueblo bribri. El territorio de Salitre actualmente es señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como blanco de violencia contra los pueblos indígenas, y requiere medidas de protección por parte del Estado.

Lamentablemente, la negligencia estatal y la indiferencia social hacia la violencia que viven los pueblos originarios, refuerza el racismo estructural en Costa Rica. En esta visita, algunos recuperadores lamentaron los prejuicios y discriminación que reciben. “Si decís que sos indígena, la gente ya te maltrata, porque piensa que sos un delincuente”, comentó uno de los recuperadores en conversación con el grupo.

El duelo por el asesinato a Sergio Rojas todavía se puede vivir en la visita a los territorios, como pudieron percibir las personas participantes del TST. En palabras de uno de los líderes recuperadores Sergio cumplió con el proverbio que dice que la semilla de la esperanza de un muerto “renace” en el pueblo. Y Pablo Sibas  Sibas (líder indígena Brörán), señaló que llevaba consigo una frase repetida por Sergio en años de resistencia por los territorios indígenas: “Prefiero vivir luchando que ignorado”. Vida y muerte por sus derechos y territorios, ambos se consideran dignos.

Pero la lucha no debilita el ánimo de los pueblos indígenas y mucho menos restringe sus motivos de celebración. Desde la cosmogonía de los pueblos originarios respecto de Abya Yala, el oro y la plata no se pueden comer. Aunque fatigosa, peligrosa e injusta, la vida de resistencia es recompensada por la propia tierra, que da salud y subsistencia a las personas recuperadoras. Ella también sigue siendo fuente de vida para sus hijos e hijas, quienes, a través de la lucha, generan medios para sobrevivir.

Con la visita a los pueblos originarios, el DEI no solo brindó la oportunidad a las personas participantes de conocer en carne propia la resistencia de los pueblos originarios: luego de prácticamente un mes de discusiones teóricas sobre fundamentalismos, análisis de contexto y actividades grupales, la experiencia demostró cómo el capital sigue siendo un ídolo que, en beneficio de unos pocos, e impunemente, exige el sacrificio de pueblos enteros. Y en cuanto al fundamentalismo, la propuesta temática para el TST, las personas  participantes pudieron comprender, en las experiencias de resistencia indígena, que los mitos no pueden servir como herramientas rígidas de opresión –como lo hacen los fundamentalistas–, sino como una narrativa para hacer florecer la justicia y la esperanza entre los pueblos.

Fotografías de Natalia Serrano Alvarez coordinadora de comunicación del DEI. Mayo-Junio 2023

Notas:

  1. Véase, por ejemplo, “Como acabar con la pobreza”, de Vandana Shiva; “Contextos de la teología de la liberación en América Latina”, de Franz J. Hinkelammert; “Siente y piensa en las lecciones de Camilo Torres”, de Lilia Solano; “Justificación por la fe de los excluidos”, de Elsa Támez; Es “El método queer para la teología”, de Genilma Boehler.Nuevo párrafo.
  2. Véase PÉREZ, CJ; MURPHY, JW El trabajo del departamento ecuménico de investigaciones y América Latina. Comunicación, Cultura y Política, n. 4, julio/.-dic., 2011, pág. 14-16; VALÉRIO, ME El continente católico pobre: ​​el discurso de la Teología de la Liberación y la reinvención religiosa de América Latina (1968-1992). Tesis (Doctorado en Historia), Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Campinas, Campinas, 2012, p. 227-233.
  3. VALÉRIO, ME El continente católico pobre: ​​el discurso de la Teología de la Liberación y la reinvención religiosa de América Latina (1968-1992). Tesis (Doctorado en Historia), Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Campinas, Campinas, 2012, p. 232-233
  4. PÉREZ, CJ; MURPHY, JW El trabajo del departamento ecuménico de investigaciones y América Latina. Comunicación, Cultura y Política, n. 4, julio/.-dic., 2011, pág. dieciséis.
  5. DEI. “¿Qué pasos? pasos, No. 1, junio de 1985.
  6. Aunque aquí se usa el término “indígenas”, algunos prefieren nombrarse como “pueblos originarios”. Mantendremos los dos.
  7. ¿Qué significa “Las Américas”? en lengua kuna (de la familia chibchanas), de los pueblos originarios del sureste de Panamá y noroeste de Colombia.
  8. Para consultar más información sobre este tema recomendamos el sitio web de la Coordinadora de Lucha Sur-Sur https://www.coordinadoradeluchasursur.com

Escuela pal barrio: Entretejiendo sentires desde Cali, Colombia hasta los barrios de Costa Rica

Esta es una reflexión realizada por Urpi Castañeda, participante del proceso de talleres “Escuela Pal Barrio: metodologías para el trabajo comunitario desde Cali, Colombia” que tuvo lugar del 26 de abril al 10 de mayo en las instalaciones del Departamento Ecuménico de Investigaciones, en San José, Costa Rica. Fue facilitado por compañeras de la Red Amplia La Colcha y Memoria Viva Colombia, como parte del programa Casa DEI.

Agradecemos a todas las personas y organizaciones que nos acompañaron en este proceso de construcción colectiva e intercambio de saberes. 

Hace 5 años el paro nacional en Cali fue un momento de despertar de nuevos colectivos. Estas motivaciones se canalizaron en encuentros entre vecinxs que poco a poco dieron lugar a las Escuelas pal Barrio. Una estrategia pedagógica multiplicadora de saberes que tiene como propósito generar espacios de escucha comunitaria y construcción colectiva desde los barrios populares. Talleres, encuentros en espacios públicos, juegos para reconocerse y conversar, diplomados de liderazgo para la incidencia política, seminarios y metodologías del Sur son algunas formas de su abordaje.
 
De esta manera, han surgido aproximadamente más de 60 organizaciones de base con diferentes temáticas. Hoy todas conforman la Red Amplia La Colcha, como propuesta organizativa. ¿El factor común? La colcha como recurso pedagógico que suma voluntades y a partir de su tejido literal en espacios públicos se fortalece el tejido social, además, de ser motivo de reflexión sobre motivaciones/preocupaciones.
 
Les comparto algunos aprendizajes de este proceso:
 
🌿 Las calles y espacios públicos son escuelas sin paredes que debemos aprender a leerlas, observarlas y cuestionarlas. Que el territorio nos inspire acciones.
🌿 Debemos aprender a escucharnos. La escucha y los encuentros son acciones políticas poderosas a diferentes escalas. Démonos el chance de sentir y compartir.
🌿 Dos elementos base son: hacer crecer el vecindario mediante la multiplicación de conocimientos, y hablar de mínimos comunes, en donde se busque lo más equilibrado para todxs.
🌿 Pasemos de métodos meramente academicistas a unos más humanos que movilicen sentidos en territorio y diálogo, pues a partir de ahi surgen los saberes y la identificación de capacidades/fortalezas.
🌿 Busquemos formas creativas de transformar la rabia e ira en estrategias para permanecer, sumar voluntades, potenciar nuevos liderazgos, proponer y multiplicar sueños/acciones.
 
Cada territorio responde a una historia sociopolítica distinta, sin embargo, podemos aprender de otras experiencias e intentar adaptarlo.

 ¿Qué está pasando en Costa Rica? ¿Se apuntan a tejer la colcha?

Compartir, tejer y esperanzar: Voces participantes en el Proceso de Formación Psicosocial 2023

El pasado mes de noviembre, marcó el cierre del Proyecto de Formación Psicosocial 2023, una iniciativa coordinada por el DEI con el apoyo de la Embajada de Alemania en Costa Rica.


Durante ocho meses,personas vinculadas a organizaciones que acompañan poblaciones desplazadas, así como defensoras de derechos humanos y de la tierra  que se encuentran en el exilio,  participaron en diversas sesiones. Estos encuentros abordaron temas cruciales como el cuidado colectivo, la memoria histórica, la justicia social, el análisis de contexto latinoamericano, el papel de las espiritualidades en el acompañamiento psicosocial, la resolución alternativa de conflictos,  las interseccionalidades, entre otros.


El objetivo fundamental fue fortalecer sus capacidades para el acompañamiento desde una perspectiva psicosocial, así como proporcionar un proceso de apoyo emocional y político, compartiendo  herramientas metodológicas y teóricas adaptadas a los intereses y necesidades específicas de las personas participantes.

La Lcda. María José Cabezas Castro, integrante del equipo del DEI, destacó cómo el formato y amplitud del proceso de este año, permitió que se profundizará en los temas, discusiones  y reflexiones sobre el quehacer en el acompañamiento psicosocial. 


Según Cabezas, “hemos hecho análisis y lectura de los casos y situaciones con lo que nos encontramos en las organizaciones; hacer ese intercambio de experiencias y de conocimientos es muy valioso, porque usualmente en las organizaciones estamos constantemente trabajando en el día a día y es difícil hacer una pausa. Entonces, encontrarnos entre personas que tienen diversas formas de trabajo y abordajes, permite hacer ese intercambio, y a la vez generar redes, y  así encontrar esos lugares donde seguimos teniendo agencia, donde hay posibilidades de hacerlo diferente”


La Lcda. Sara Dell’Amico, coordinadora del Proyecto Brigadas de Paz Internacional Nicaragua desde Costa Rica (PBI), resaltó la importancia del espacio como un entorno de confianza para compartir experiencias. En el cual, cada temática abordada ha sido coherente con el trabajo que las organizaciones participantes hacen.  “Esto ha tenido un impacto en mi trabajo, por el aprendizaje no solo desde un punto de vista técnico, si no un aprendizaje personal e individual, lo que me ha permitido abrir mi visión”.

Por otra parte, para Melvin Peralta de la articulación de movimientos sociales y  participante en el proceso de Formación en Acompañamiento Psicosocial a personas defensoras de derechos humanos en el exilio, la experiencia le ha significado un antes y un después, porque le permitió encontrar herramientas que les posibilitan ubicarse en el contexto costarricense, crear lazos e ir creciendo personal y emocionalmente. “Hemos tenido momentos para llorar, momentos para reír, momentos para reflexionar, hemos tenido momentos incluso para crear propuestas que nos pueden ayudar a conectar con Nicaragua” 


Para Eloisa Zapata de la Red de Mujeres Pinoleras y parte de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), participar de las sesiones le ha permitido mantener la esperanza. “He podido expresar lo que siento sin ningún temor al rechazo, ni estigmas, porque el ambiente que ha generado este proceso ha sido un ambiente de familia, de respeto y coherencia”

Con el cierre del Proyecto de Formación Psicosocial 2023, concluimos una travesía que no solo fortaleció habilidades, sino que tejió vínculos profundos y significativos entre quienes participaron. Desde el análisis de casos hasta la creación de propuestas concretas, cada momento de esta experiencia dejó una huella permanente. Cada participante se lleva consigo no solo conocimientos, sino también un sentido renovado de comunidad, confianza y la certeza de que las lecciones aprendidas resonarán mucho más allá de las sesiones de formación.

Fortaleciendo Lazos para Defender la Vida

Inicia Proceso Formativo: Fortalecimiento de la Defensa de Derechos Humanos y de la Tierra en Comunidades de Abya Yala

El pasado viernes 28 de junio inició el Proceso Formativo: Fortalecimiento de la Defensa de Derechos Humanos y de la Tierra en Comunidades de Abya Yala, coordinado por el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) con el apoyo de la Embajada de Alemania en Costa Rica. Este proceso reúne a personas y organizaciones defensoras que trabajan con grupos y comunidades en Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y México. 

El DEI ha trabajado durante 47 años en procesos formativos destinados a transformar las relaciones de opresión capitalista, racista, clasista, colonialista y patriarcal, enfocándose en teologías críticas de la liberación, derechos humanos, feminismo comunitario, psicología social-comunitaria, entre otros.

De esta historia y de los más recientes procesos de acompañamiento psicosocial a poblaciones desplazadas y personas defensoras de derechos, realizados entre 2021 y 2023, ha surgido la necesidad de profundizar en el fortalecimiento de los derechos humanos y de la tierra en el trabajo con las comunidades. Las realidades sociopolíticas en Abya Yala, y específicamente en la región mesoamericana, nos alertan sobre el avance de grupos fundamentalistas, extractivistas y autoritarios que, sin respeto a la dignidad de las personas y la naturaleza, atacan la Red de la Vida.

Ante esto, el proceso formativo consta de de tres módulos de tres días cada uno, en las instalaciones del DEI en Costa Rica durante el segundo semestre de 2024. Está enfocado para que las personas participantes, tengan un espacio de encuentro en el cual compartan sus experiencias, reflexionen sobre sus procesos organizativos, discutan sobre los contextos actuales en la región y construyan conexiones para el trabajo colaborativo.

La metodología del curso es lúdico-participativa, a cargo del psicólogo comunitario M.Sc. Mario Flores Lara, que permite ahondar en las temáticas mencionadas y, al mismo tiempo, conocer, problematizar y apropiarse de recursos teóricos y metodológicos para el trabajo con grupos y comunidades, invitando a descolonizar y “desburocratizar” nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras formas de acción. 

Durante el primer módulo, Encuentro Grupal para Tejer Comunidades, las personas participantes tuvieron la oportunidad de compartir sobre sus comunidades, organizaciones y experiencias, trabajar herramientas para el acompañamiento grupal, abordar las dificultades y temores asociados a la labor de facilitación y realizar cartografías comunitarias.

El compromiso y la esperanza que emergen de estos procesos son un faro de luz, que demuestra que, a pesar de los desafíos, es posible construir un mundo más justo y que en este camino, la colectividad es nuestra mayor fortaleza.

Quienes Somos

La comunidad como red viva

Comunidades de Abya Yala se reencuentran en el Segundo Módulo del Proceso Formativo “Fortalecimiento de la Defensa de Derechos Humanos y de la Tierra en comunidades de Abya Yala”

Del 9 al 11 de agosto, las instalaciones del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) en Sabanilla se convirtieron en el epicentro del segundo módulo del proceso formativo “Fortalecimiento de la Defensa de Derechos Humanos y de la Tierra en Comunidades de Abya Yala”.

Silvia Regina de Lima Silva, directora del DEI, subrayó la importancia de la formación en el contexto actual: “Para el DEI es de suma importancia este proceso que estamos realizando, que por un lado responde a lo que ha sido el compromiso histórico del DEI, pero también es una forma de responder a una necesidad actual en medio de un contexto de tanta violación de los derechos y donde hay tanta persecución a personas defensoras. Entonces, para el DEI, este proceso formativo significa dar el paso de, además de trabajar con personas defensoras de la Red de la Vida, ayudar a fortalecer los procesos comunitarios”.

El módulo, titulado “Accionar en Comunidad”, encapsuló la esencia de lo vivido durante esos tres días. Desde las primeras horas, las conversaciones fluyeron, y este reencuentro fue más que palabras: fueron miradas, gestos, música, abrazos y risas compartidas. 

Las sesiones de cada día abordaron los elementos de visibilizar, problematizar, tomar conciencia y transformar, una propuesta que se toma la Educación Popular y se le suma el primer elemento mencionado, visibilizar. Esto se trabajó desde las Metodologías Comunitarias Emancipadoras, propuesta por el psicólogo comunitario M.Sc. Mario Flores Lara.

No solo fue un espacio de aprendizaje, sino un espejo en el que cada participante pudo reflejar la riqueza y potencia de la comunidad como una red viva. Las personas participantes abrieron sus corazones, movilizaron sus cuerpos y compartieron su creatividad para explorar los roles que desempeñan en las comunidades, las formas de comunicación que nutren sus procesos, así como los obstáculos y fortalezas que enfrentan como facilitadoras y facilitadores.A su vez la diversidad de perspectivas y experiencias aportadas por las personas provenientes de diferentes regiones de Abya Yala, permitió un diálogo profundo sobre las distintas formas en que las comunidades enfrentan la defensa de sus derechos y destacaron la importancia de  la confianza y la creación espacios seguros para expresar sus inquietudes y fortalecer sus lazos de apoyo mutuo.

Kenia Sánchez Flores, parte de Consorcio Oaxaca, y participante del proceso expresó: “Para mí este taller ha significado muchas experiencias en mi corazón, en mi mente y en mi cuerpo. Me mueve mucho estar compartiendo con personas de muchos países que están llevando procesos similares con la finalidad de acompañar. ¡Me encanta! Porque nos abre nuevos horizontes y nuevas visiones”.

Es fundamental resaltar que las dinámicas grupales no solo facilitaron el intercambio de ideas, sino que también fortalecieron el sentido de pertenencia y el compromiso con las luchas compartidas, abonando el terreno hacía nuestro tercer y último  módulo que se llevará a cabo en el mes de octubre.

Abrir Nuevos Caminos

 Cierre del Proceso Formativo en Defensa de Derechos Humanos y la Tierra en Abya Yala.

El pasado domingo 6 de octubre, concluyó con éxito el Proceso Formativo: “Fortalecimiento de la Defensa de Derechos Humanos y de la Tierra en Comunidades de Abya Yala.” Un recorrido profundo y transformador que, a lo largo de tres módulos realizados en junio, agosto y octubre, reunió a diversas personas activistas de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador y México, comprometidas con la defensa de la tierra- territorio y los derechos humanos en nuestra región.


El último módulo, titulado “Proyecciones a los Territorios”, permitió a las personas participantes profundizar en las conceptualizaciones fundamentales abordadas durante el proceso, sintetizando e integrando nuevas herramientas metodológicas grupales. Esta experiencia colectiva no solo buscó asimilar dispositivos comunitarios, sino también proyectar un impacto concreto para acompañar procesos grupales en sus propias comunidades.

A lo largo de estos tres días, el grupo transitó por una serie de espacios reflexivos, abordando el inconsciente colectivo y las narrativas compartidas que guían la vida comunitaria. Además, se exploraron las valoraciones que nuestras propias comunidades nos hacen, reconociendo cómo estas influyen en nuestro papel dentro de los grupos. Ejercicios como la cartografía humana, permitieron mapear tanto los territorios físicos como las emociones y cuerpos que los habitan, mientras la semiótica del cuerpo, destacó el significado que este lenguaje corporal tiene en la defensa de los derechos y los territorios.

Durante todo el proceso, términos como Punto A y punto B,  PreCopeo, Multiplicación de Saberes, Paréntesis, Desburocratización del Cuerpo y ReSignificar no fueron solo palabras, sino experiencias y ejes metodológicos que impulsaron el sentido práctico del ser y estar en los grupos y comunidades. En palabras de Cristian Bejarano Rodríguez, del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI) en Costa Rica, “Ahora siento un compromiso de mi parte de llevar esto a diferentes lugares, de poder aplicar esto como representante de una organización que defiende los derechos de los pueblos indígenas.”

La culminación del proceso estuvo marcada por una celebración final que fue mucho más que una simple clausura. La “fiesta de graduación” fue un espacio de encuentro y celebración de lo colectivo, en el que la gratitud y los lazos tejidos durante todo el camino se hicieron presentes entre risas, música y palabras de esperanza. 

Con satisfacción y agradecimiento a todas las personas que nos acompañaron, concluye este ciclo de aprendizaje compartido, sabiendo que esto no es el fin, sino el inicio de nuevas alianzas y articulaciones para la defensa de la vida comunitaria y los derechos en Abya Yala.

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