Ante el asesinato de Roberto Samcam: el deber de garantizar protección internacional
El pasado 19 de junio recibimos con profunda consternación la noticia del asesinato de Roberto Samcam, Reconocido opositor a la dictadura de Ortega-Murillo. A raíz de sus constantes denuncias, Samcam se encontraba exiliado en Costa Rica desde el año 2018, tras huir de la represión y persecución del régimen.
Desde el Departamento Ecuménico de Investigaciones expresamos nuestra más sincera solidaridad con su familia, personas allegadas y con toda la comunidad nicaragüense en el exilio. Sabemos que este crimen reabre heridas y genera temor entre quienes han luchado por la justicia y la democracia desde el estallido social de abril de 2018.
Este homicidio se suma a una serie de actos violentos contra opositores nicaragüenses en el exilio en Costa Rica como el asesinato de Rodolfo Rojas en el 2022 y varios atentados fallidos contra Joao Maldonado. Estos hechos evidencian un patrón de represión extraterritorial por parte del régimen de Ortega-Murillo.
Samcam contaba con estatus de refugiado en Costa Rica, lo que agrava la situación y evidencia que el país que le acogió no garantizó su seguridad, ni le brindó la protección internacional que correspondía. Esta situación también vulnera a las personas exiliadas nicaragüenses que se encuentran en la misma condición.
Demandamos a las autoridades nacionales e internacionales que asuman con urgencia su deber de proteger la vida e integridad de las personas solicitantes de refugio, brindando mecanismos reales y efectivos de protección, de acuerdo con lo establecido en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (Ginebra, 1951), la Declaración de Cartagena (1984) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969). Asimismo , solicitamos justicia en este caso para identificar a los responsables materiales e intelectuales, considerando los posibles vínculos políticos con el régimen nicaragüense.
Reafirmamos nuestro compromiso con la protección integral de las personas defensoras de la vida y la libertad, y, en particular, con las personas nicaragüenses refugiadas en Costa Rica, quienes continúan luchando por la justicia y la democracia en su país.
San José, Costa Rica, 24 de junio del 2025